Me di cuenta que hay personas que necesitan tocar fondo para poder salir del problema y yo soy una ellas, sabía toda la teoría pero no lograba llevar a la práctica.

Llegué a joyful con muchísimas  frustaciones y problemas tanto de salud como emocional.

A la primera consulta con Adri me senti tan bien porque al fin encontre alguien que me entienda verdaderamente de lo que estaba viviendo, los cambios que viví en este tiempo son tan positivos, me hubiese gustado no haber pasado tanto tiempo tratando de luchar esta guerra sola.

Siempre me considere una persona libre  pero me di cuenta que muchísimo tiempo estuve encerrada , encerrada en pensamientos erróneos que me llevaron a fracasar una y otra vez, pero HOY puedo decir que soy una persona que VIVE que sabe cuáles son sus valores reales , que puede compartir con los demás sin sentir presión y lo mejor que puedo mirarme al espejo y estar tan orgullosa de mi misma

Después de tantos años de hacer dietas estrictas y no conseguir resultados había llegado a un punto de frustración tan grande que no sabía más hacia donde mirar ni cuáles eran mis objetivos, perdí el foco totalmente y sobre todo había perdido el autoestima y amor personal, que es algo en lo que trabajo hasta hoy en día.

Gracias a Joyful, no pienso tanto al comer sino más bien me tomo el tiempo de escuchar a mi cuerpo y ver que tengo ganas o que me gustaría comer. Antes pensaba demasiado, tanto que terminaba comiendo cualquier cosa con tal de saciar el hambre.

Otra de las cosas en las que me ayudó Joyful y que agradezco mucho, es en la limpieza de mis redes sociales, limpieza de todo lo que me hacía daño y contaminaba mi mente con supuestas “realidades” de vida perfecta y estándares de belleza aceptados que eran totalmente falsos y trabajaban mi cabeza de una forma negativa.

No solo hice una limpieza sino que le abrí la puerta a cuentas mas sanas, mas reales, que me ayuden a crecer, aprender sobre el amor a uno mismo y vivencias de otras personas.

Pasé por tanto, pero finalmente encontré mi camino. Al pensar hasta puedo sentirme agradecida, aunque realmente fue horrible vivir en el círculo vicioso de las dietas, pero fue lo que me hizo dar cuenta de que no estaba avanzando. Al darme cuenta de lo bien y en paz que vivo no quiero nunca más rozar una dieta. Se que todavía me falta camino pero tengo todas las herramientas necesarias.

Por más de que no conlleve un plan alimentario el hecho de comer de manera consciente me esta generando grandes cambios no solo en mi cuerpo sino también en mi mente, capaz los cambios no se den de la manera más rápida pero es un método que me está ayudando a sentirme mucho mejor conmigo misma, que me ayuda al autocontrol y a tener mayor flexibilidad a la hora de optar por las comidas; considero y estoy segura de que poniendo en práctica este método es imposible tener un efecto rebote y ganas de darse atracones de comidas ricas que en nuestras famosas dieta consideramos prohibidas.

 

El Método Joyful me hizo saber que nada está prohibido si se come en las medidas justas y que tampoco está mal darnos nuestros pequeños gustos, si la mayor parte del tiempo hacemos las cosas bien y a consciencia es posible bajar de peso de igual manera sin que nada lo veas como algo prohibido. Hoy puedo decir este método me ayudo a identificar cuando tengo hambre de verdad y como mi cuerpo se manifiesta en ese momento y cuando es un hambre emocional nada más.

 

 

En cuanto a la experiencia puedo decir que fue un camino largo, con altos y bajos pero desde el inicio se trató siempre de confiar en mi misma. Sentía que no tenía control de mi vida, gastaba demasiada energía pensando en la comida, juzgandome y sintiéndome culpable la mayor parte del tiempo. Ahora se lo que es disfrutar de la alimentación, saborear y estar tranquila de poder comer lo que sea sin descontrolarme. Estoy en paz, me doy los gustos en la medida y me siento muy bien. La palabra dieta ya no forma parte de mi diccionario. Gracias de corazón por todo lo que me enseñaste y espero que llegues muy lejos ayudando a muchos y cambiando paradigmas

Cada consulta es como un paso mas a entenderme, que me parece demasiado importante, y sobre todo entender porque estoy como estoy o soy como soy con el tema de las dietas! Sobre todo me encanta que me cuenten sobre estudios o casos que fueron estudiados científicamente y creo que eso viene de mi formación como economista, la necesidad de entender el porqué de las cosas. Este punto es uno de mis puntos fuertes creo, que si me dicen “es así por esta razón”, yo entiendo e interiorizo.

Antes de la consulta tenía un descontrol por las comidas. Llevaba años teniendo un desorden alimenticio entre dietas, picoteos, que llevaban luego a grandes atracones, purgas, actividades físicas, cansada de ese circulo vicioso que no me dejaba tener una vida social normal con amigos incluso familia, por miedo a compartir con ellos y salir de mi dieta tomé la decisión de buscar ayuda, llevaba años buscando una profesional como vos, y confieso que antes de mi cita contigo estaba con mucha curiosidad por saber que pasaría. Al ir al consultorio me sorprendió que todo era distinto, y por fin encontré que estaba en el lugar correcto, en el lugar donde al fin podría reconectarme conmigo escuchar a mi cuerpo salir de ese circulo horrible y empezar a llevar al fin una vida libre de restricciones, desórdenes. En mi siguiente cita ya no era como ir a una de las tantas citas con nutricionistas que tuve donde tenía ansiedad y miedo por si subía de peso o si hacia mal algo sino era una curiosidad por saber que de nuevo ibas a enseñarme, iba a aprender contigo.

 

Fui entendiendo cómo funcionaba todo, nunca me sentí tan motivada. Tuve muchos altos y bajos, las primeras semanas fueron difíciles (hasta ahora a veces son), con el tiempo me volví más consciente de lo que es una relación saludable con la comida. Sigo teniendo pensamientos de que tengo que hacer dieta, o tengo que comer otras cosas pero cada vez con menos frecuencia. Los atracones también disminuyeron en cantidad y frecuencia. Aprendí mucho y veo los cambios, puedo comer con tranquilidad, lentamente y siendo consciente de lo que como la mayoría de las veces. Me doy los gustos entre semana sin sentirme culpable el 90% de las veces. Estoy encantadisima con este proceso, y sobre todo me anima el hecho de que sea algo sostenible. Con el tiempo voy a ir aprendiendo a confiar más en mi y tenerme más paciencia.