¿Se puede hacer dieta en vacaciones?
Definitivamente NO, como tampoco se debe hacer dieta el resto del año.
De que estoy hablando… las dietas además de estresarnos solo funcionan a corto plazo y desencadenan una serie de cuestiones que se hacen difíciles de manejar en la posterioridad.
Hay una cuestión básica para que podamos comer con moderación todo el año y también en las vacaciones que es el comer consciente o el mindful eating que nos ayuda a comer solo lo que nuestro cuerpo necesita, solo que en las vacaciones comemos alimentos nuevos y estos retrasan la saciedad, ¿que significa esto?
La saciedad específica sensorial.
En nuestra vida cotidiana, estamos sujetos a eso. Nos acostumbramos a comer los mismos alimentos, incluso si generalmente incluimos una gran variedad, se hace más sencillo parar de comer, en cambio cuando todo es nuevo, como en las vacaciones podemos comer un poco demás hasta estar satisfechos por ser algo novedoso.
También hay otro fenómeno con la comida que tiene que ver con el tamaño de las porciones.
Los estudios demuestran que cuando tenemos tamaños de porción más grandes, tendemos a comer más. Y, por supuesto, los restaurantes.
Los estudios sugieren que comemos más cuando comemos en grupos que cuando comemos solos.
Probablemente tiene que ver con no escuchar tan de cerca nuestras señales de hambre y saciedad, y el rol social que juega la comida en nuestras vidas.
Es un buen momento, pero al final de tal evento, podríamos encontrar que comimos un poco más de lo que realmente queríamos.
Así que teniendo todas estas cuestiones creo que llevar a cabo una dieta así como la conocemos (restringir o prohibir, en la cual hayan reglas y se trate de fuerza de voluntad) es tarea casi imposible, lo que propongo es entender que es un momento del año en el que el objetivo es desconectarnos para conectarnos y poder recargarnos de energías poniendo el foco en actividades placenteras al igual que el ejercicio que disfrutemos y que comamos lo mas conectados posible a nuestros niveles de hambre sin dejar de probar nada de lo que tenga ganas.
Si el pantalón aprieta un poquito es consecuencia natural de estos fenómenos mencionados, pero si volvemos a nuestros hábitos habituales de alimentación intuitiva o de alimentación consciente, nuestros cuerpos se encargarán de cualquier energía extra (calorías) que hayamos almacenado de vacaciones.
No tendremos tanta hambre como de costumbre, y nos encontraremos comiendo un poco menos, tal vez no mucho menos, pero será menos, hasta que nuestro cuerpo se normalice en su peso saludable.
Por lo general, no toma más de una semana más o menos.
Lo que implica todo esto es que confiamos en nuestros cuerpos y en una alimentación intuitiva y consciente.
Contanos ¿como te sentís cuando está próximo a llegar las vacaciones y querés un patrón de cuerpo “ideal” ?
En Joyful queremos que te olvides de las dietas, de las restricciones, de los atracones, de enfocarte solo en el peso y que comiences a construir una relación sana y positiva con tu cuerpo 😉
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Cariños,
Adriana Vargas